El Senado modificó el dictamen de la Ley Bases y dejó las regalías en 3% para las minas en producción, lo que representa un alivio para las empresas mineras de Santa Cruz. Sin embargo, estas empresas temen que surjan nuevas iniciativas que busquen lo que no se logró en el Congreso.
Durante 2023, las empresas mineras en Santa Cruz exploraron aproximadamente 75.000 metros de territorio para ampliar el horizonte productivo del oro y la plata. No obstante, los resultados de estas campañas no fueron suficientes para compensar lo explotado, y la exploración se concentró principalmente en las áreas de las propiedades mineras y yacimientos en producción.
Actualmente, solo el yacimiento de Cerro Negro proyecta una vida útil operativa hasta al menos 2034. Otros yacimientos activos, como Don Nicolás, San José, Manantial Espejo, Cerro Vanguardia y Cerro Moro, se encuentran en una fase más madura y prevén cierres antes de que termine la década. Además, no hay nuevos proyectos cercanos a la fase de construcción, una situación que se repite en todo el país. A nivel nacional, se considera que el futuro del oro podría depender de grandes proyectos de tipo pórfido, cuyo principal commodity es el cobre y que tienen al oro como mineral secundario, como El Pachón y Los Azules en San Juan, y Taca-Taca en Salta.
Las empresas mineras de Santa Cruz temen que se implementen nuevas medidas que afecten su operación. De hecho, el declive en la producción de oro y plata ya se refleja en las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Según el Índice de Producción Industrial Minero (IPI Minero), en abril, el bullón doré, que es la mezcla de lingote que sale de las minas santacruceñas, cayó un 8,2% en comparación con el mismo mes de 2023.
«Los proyectos maduros necesitan incentivos que fomenten la exploración para extender su vida útil», afirman las empresas agrupadas en la Cámara Argentina de Santa Cruz (CAMICRUZ). «Si no se comienza con la exploración de manera inmediata, la mayoría de los yacimientos operativos en la provincia dejarán de producir en unos tres años, o incluso antes si suben las regalías, lo que tendrá un impacto tremendo en el empleo, los proveedores locales y las comunidades», agregaron.
Tras el debate en el Congreso de la Ley Bases y el paquete fiscal, el Senado aprobó, con modificaciones, el artículo sobre las regalías mineras: finalmente quedarán en 3% para las minas en producción, con la posibilidad de elevar la alícuota al 5% solo para los nuevos desarrollos mineros.
Para los yacimientos de Santa Cruz, la normativa, tal como quedó, sería un alivio. Sin embargo, temen nuevas iniciativas orientadas a obtener una mayor renta de la actividad en el corto plazo. Para Camicruz, esa posibilidad «vulnera la estabilidad que implica la Ley 24.196 de Inversiones Mineras» y «pondría en riesgo la continuidad de la producción minera en la provincia».
Las declaraciones del jefe de Gabinete de Santa Cruz, Daniel Álvarez, sobre la posibilidad de aumentar las regalías para redistribuir equitativamente los beneficios de la minería entre todos los santacruceños, han generado preocupación en el sector empresarial. «Durante mucho tiempo se mencionaba a Santa Cruz como primera exportadora de oro y plata, pero en la calle nunca se vio eso, es como si ese negocio fuera para unos pocos», señaló Álvarez.
Luego de la modificación en el Senado de la iniciativa del legislador santacruceño de «Por Santa Cruz», José María Carambia, crece el temor de que surjan propuestas locales para obtener una mayor renta de la actividad.
Para las empresas mineras, no tiene sentido aumentar las regalías ni ningún tipo de impuesto, carga o gravamen cuando el 90% de las operaciones en Santa Cruz tiene una vida útil menor a cinco años. «Son yacimientos maduros y, en consecuencia, poco rentables», afirmaron ante la consulta de Santa Cruz Produce. «Esto solo acelerará el cierre de operaciones en lugar de buscar alargar su vida útil».
Actualmente, Santa Cruz lidera la generación de empleo minero en el país, con más de 9.000 puestos de trabajo activos. Sin incentivos para la exploración de nuevos proyectos, y si se acelera el cierre de minas proyectado por la intención de obtener una mayor renta, la provincia no solo dejaría rápidamente el podio minero, sino que las consecuencias en la recaudación provincial y las pérdidas laborales en todo su entorno productivo serían irreversibles.