El sector minero está pidiendo incentivos especiales para la exploración de proyectos que no se vean afectados por el RIGI. Para el Estado nacional, implementar una medida de este tipo podría implicar un costo sin garantías, aunque también podría ayudar a recuperar la confianza de los inversores.
Actualmente, la minería metalífera se enfrenta a dos escenarios diferentes. El primero tiene un inmenso potencial y está lleno de expectativas, con grandes proyectos de cobre y litio en desarrollo. Sin embargo, este panorama se ve condicionado por la baja en los precios de los minerales.
El segundo escenario, menos mencionado, incluye las minas de oro y plata que ya están en producción y se encuentran en una etapa madura, muchas de ellas cerca del cierre. Estas minas son las que actualmente generan la mayor parte de los ingresos por exportaciones del sector minero del país.
En la Expo San Juan Minera, organizada por Panorama Minero y que contó con la participación de más de 300 empresas, el vicepresidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), Franco Mignacco, destacó los principales proyectos de cobre y litio, que requieren inversiones superiores a los USD 25.000 millones. Respecto al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), incluido en la propuesta de ley Bases, Mignacco afirmó: “Estamos convencidos de que va a traer mucho más desarrollo”.
Según Mignacco, Argentina ha violado en repetidas ocasiones la Ley de Inversiones Mineras, la 24196. “Esto ha provocado que tengamos un pipeline de proyectos muy buenos en esta nueva etapa de la electromovilidad y la transición energética, pero no podemos avanzar porque no tenemos reglas claras”, señaló. En representación de la CAEM, enfatizó: “Creemos que el país está inmerso en una crisis de confianza y claramente el RIGI ayudaría a reconstruir esa confianza que hemos perdido a nivel mundial”.
El secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero, también se refirió al RIGI, describiéndolo como “una Ley de Inversiones Mineras mejorada, ampliada e incluso protegida de erróneas interpretaciones como las que sufrió en nuestro sistema judicial el verdadero sentido de la estabilidad fiscal”. Lucero agregó: “Creo que el RIGI es una expresión de lo que el mundo inversor está acostumbrado a ver y experimentar en países donde se ha logrado acumular el capital que nos falta”.
¿Es suficiente el RIGI? Desde la CAEM, las empresas también piden algún mecanismo o “incentivo especial a la exploración para aquellos proyectos que no se vean alcanzados por el RIGI”, es decir, para las minas de oro y plata que están en producción y que se beneficiaron de la Ley de Inversiones Mineras.
Un ejemplo claro es Santa Cruz, que no tiene proyectos cerca de la etapa de construcción y la mayoría de sus minas están cerca del cierre. Aunque la provincia fue mencionada en varias ocasiones y la secretaria de Minería local, Nadia Ricci, estuvo presente en la exposición, la principal productora de minerales del país no tuvo una participación oficial en la agenda de la mega exposición de San Juan.
Sobre este tema, Mignacco señaló que las minas de oro y plata representan “el 70% de las exportaciones nacionales” y están en una “situación compleja”, ya que los proyectos están cerca del final de su vida útil. “Es imprescindible seguir incentivando la exploración para poder extender la vida de estos proyectos”, afirmó. Por su parte, Lucero demostró estar al tanto de la situación y compartir el diagnóstico, aunque aún no ha anunciado ninguna medida para revertir este previsible declive.