En su afán de revitalizar la industria minera, San Juan se dispone a acelerar la tramitación de la Declaración de Impacto Ambiental de tres proyectos mineros estratégicos. Con dos minas en la etapa final de su vida útil, la provincia busca garantizar la continuidad de su actividad minera y potenciar el desarrollo económico local.
Los proyectos clave en esta nueva etapa son Los Azules, Casposo y Hualilán, los cuales, de recibir la aprobación, elevarían a cinco el número de minas en plena operación. A pesar de contar con más de veinte proyectos en carpeta, solo estos tres han avanzado lo suficiente como para iniciar el proceso de declaración. La colaboración entre el Ministerio de Minería y instituciones científicas locales y nacionales será fundamental para garantizar la aprobación, mientras se busca activamente el financiamiento necesario.
En el caso de Los Azules, se anticipa que este proyecto se convertirá en el sexto yacimiento de cobre más grande del mundo, ubicado en Calingasta. Con una inversión estimada de 2.500 millones de dólares, se proyecta que generará empleo para al menos 700 personas. Este proyecto representa no solo una oportunidad económica significativa para la provincia sino también un hito en la industria global de la minería de cobre.
La reactivación de Casposo, una mina de oro en Calingasta que dejó de producir en 2019, es otra piedra angular de este plan de revitalización. La suspensión de operaciones en 2019 resultó en el despido de 400 trabajadores, pero ahora, con la intención de reiniciar sus actividades, Casposo podría convertirse en un generador vital de empleo y recursos para la región.
En tanto, Hualilán se perfila como la mina de oro más cercana al Gran San Juan, ubicada en el departamento Ullum. Su puesta en marcha significaría no solo un impulso económico local sino también una conexión más estrecha entre la minería y las comunidades circundantes. Estos tres proyectos representan una inversión sustancial y, de lograr la aprobación, contribuirían significativamente al desarrollo sostenible de la provincia.
Sin embargo, el proceso de obtener la Declaración de Impacto Ambiental es un desafío que implica la evaluación minuciosa por parte de la Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental (CIEAM) para Los Azules y Casposo, mientras que Hualilán será evaluado por la Comisión Evaluación Medioambiental Minera (CEMAM). La diferencia en el tamaño de los proyectos determina la asignación de comisiones, con los dos primeros considerados más grandes.
La espera hasta mediados de febrero para que las comisiones comiencen su evaluación completa se ve influenciada por la reducción de personal debido a las vacaciones y licencias. Durante este período, el Ministerio de Minería buscará vías para agilizar el proceso y explorar alternativas que permitan acelerar la obtención de la Declaración.
Minería, motor de desarrollo
La apuesta de San Juan por consolidar cinco minas en operación no solo impulsa la industria minera local, sino que también proyecta a la provincia como un actor clave en la producción global de minerales. La inversión planificada y la generación de empleo no solo son esenciales para la estabilidad económica a corto plazo, sino que también establecen las bases para un crecimiento sostenible a largo plazo.
El rol de la evaluación ambiental en el futuro minero de San Juan
El proceso de obtener la Declaración de Impacto Ambiental no solo es un requisito regulatorio, sino también una oportunidad para demostrar el compromiso de San Juan con la sostenibilidad. Con la atención puesta en la protección del entorno y la participación activa de las comunidades, la provincia busca equilibrar el desarrollo económico con la responsabilidad ambiental, allanando el camino para un futuro minero más ético y sostenible.