La clausura de la mina Cerro Negro, propiedad de la empresa estadounidense Newmont, por parte del gobierno provincial de Santa Cruz ha generado una gran preocupación tanto a nivel local como nacional. El trágico fallecimiento de dos trabajadores en un accidente laboral ha puesto en evidencia serias deficiencias en materia de seguridad y protocolos de trabajo en el yacimiento.
El gobierno, encabezado por el gobernador Claudio Vidal, ha tomado medidas contundentes para garantizar la seguridad de los trabajadores y preservar la integridad de la zona afectada por el accidente. La clausura y el cese de actividades en la mina Cerro Negro son acciones preventivas necesarias mientras se lleva a cabo una exhaustiva investigación para determinar las causas exactas del incidente.
El ministro de Trabajo, Julio Gutiérrez, ha expresado su preocupación por la falta de cooperación por parte de la empresa minera en la investigación del accidente. La ausencia de documentación y la falta de transparencia por parte de Newmont dificultan el esclarecimiento de lo sucedido y obstaculizan la búsqueda de soluciones para prevenir futuros incidentes.
Es especialmente alarmante la detección de deficiencias en materia de higiene y seguridad laboral, como la falta de certificación del agua para consumo humano en el yacimiento. Estas irregularidades ponen de manifiesto la necesidad urgente de que las empresas mineras cumplan con los estándares de seguridad y protección ambiental exigidos por las autoridades competentes.
El trágico suceso en la mina Cerro Negro no solo ha cobrado vidas humanas, sino que también ha generado un llamado de atención sobre la importancia de priorizar la seguridad y el bienestar de los trabajadores en la industria minera. Es imperativo que tanto el gobierno como las empresas del sector trabajen de manera conjunta para garantizar condiciones laborales seguras y responsables en todas las operaciones mineras de la provincia y del país.