La electromovilidad, como parte integral de la transición hacia energías más limpias, está generando una demanda significativa de minerales esenciales para la fabricación de baterías y componentes electrónicos. En Argentina, esta evolución presenta tanto desafíos como oportunidades en el sector minero, con un enfoque particular en el cobre y el litio.
En el ámbito de la electromovilidad, el litio se destaca como un componente fundamental en las baterías de vehículos eléctricos. Aunque Argentina ha enfrentado obstáculos económicos y de política, ha logrado consolidarse como un actor en el mercado global del litio. Actualmente, seis proyectos de extracción de litio están en construcción, proyectando un aumento sustancial en la oferta mundial de este mineral.
El cobre, por otro lado, emerge como un mineral insustituible en la infraestructura de carga y sistemas eléctricos asociados con la electromovilidad. A pesar de tener reservas considerables, la producción de cobre en Argentina se ha visto limitada desde el cierre de Minera Alumbrera en 2018. Cambios en las reglas de juego han afectado la inversión en este sector clave, a pesar de contar con la Ley de Inversiones Mineras.
Argentina se enfrenta al reto adicional de la falta de infraestructura para el desarrollo de proyectos mineros a gran escala. La necesidad de caminos, redes eléctricas, y nodos multimodales para garantizar la operatividad y cumplir con estándares internacionales agrega una capa de complejidad a la ejecución de proyectos mineros.
A pesar de estos desafíos, el país ha logrado un crecimiento sostenido en la producción de litio, aumentando su participación en las exportaciones mineras totales. Sin embargo, el sector del cobre ha quedado rezagado, perdiendo oportunidades de desarrollo y atrayendo inversiones a países tradicionalmente líderes en la producción de este mineral.
En el horizonte próximo, Argentina tiene la oportunidad de revertir esta tendencia, especialmente en el sector del cobre. Proyectos como Josemaría, El Pachón, Mara, y Taca Taca representan inversiones considerables que podrían revitalizar la producción de cobre en el país. La ventana de oportunidad es propicia, considerando la creciente demanda global y la necesidad de diversificar las fuentes de suministro.
Con una cartera de proyectos de exploración y desarrollo, Argentina tiene la capacidad técnica para posicionarse como un jugador clave en el mercado global de minerales estratégicos para la electromovilidad. Sin embargo, se requiere una gestión efectiva de las políticas y la superación de barreras económicas para aprovechar plenamente este potencial.